miércoles, 30 de agosto de 2017

Ruta 1. El Robledal de Peralada

 Si no lo conoceis es imperdonable, sobretodo teniendo niños. El acceso es sencillo: se sube en coche por el desvío a Seña que hay detrás de la ermita de San Roque (el antiguo camino de Castilla). Se puede hacer esa parte del trayecto andando, aproximadamente tardas una hora hasta la entrada del bosque y así, puedes disfrutar en la subida de unas vistas espectaculares del valle, siempre que los eucaliptos os lo permitan.

Se trata de un lugar espléndido y apenas afectado por la mano del hombre que transcurre entre los lindes de Colindres y Limpias; el paseo transcurre por un sendero que atraviesa un bosque de robles que conviven con otras especies autóctonas (laureles, avellanos, castaños), os podéis hacer una idea con la foto de abajo, donde el bosquecillo se observa desde la carretera que sube a Seña. Una delicia,
Al terminar el sendero de tierra podéis optar por regresar por donde vinisteis o por hacer un bucle regresando por el camino que sube a Seña. La vuelta entera dura aproximadamente una hora, pero es suficiente para cargar las pilas y echar un cable de tierra a la madre naturaleza.
Si optáis por bajar por la carretera de Seña os encontraréis con un abrevadero de reses y un pozo antiguo. Como no están restaurados, se pueden apreciar -y disfrutar- tal y como eran, eso sí, lleno de zarzas y hortigas, aun no han pasado los chicos de la cuadrilla por esta zona..

Mostramos a continuación dos mapas de la zona, siendo el de la derecha donde se observa claramente la masa de árboles que conforma el bosque. ¡Buen paseo!


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